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Juan 7:25-32 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

25. Decía entonces uno de los de Jerusalén: ¿No es éste al que buscan para matarlo?

26. Y he aquí, habla públicamente, y no le dicen nada; ¿han por ventura entendido verdaderamente los príncipes, que éste es el Cristo?

27. Mas éste, sabemos de dónde es; y cuando viniere el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.

28. Entonces clamaba Jesús en el Templo, enseñando y diciendo: Y a mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; pero no he venido de mí mismo; mas el que me envió es verdadero, al cual vosotros no ignoráis.

29. Pero yo le conozco, porque de él soy, y él me envió.

30. Entonces procuraban prenderle; mas ninguno puso en él mano, porque aún no había venido su hora.

31. Y muchos del pueblo creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando viniere, ¿hará más señales que las que éste hace?

32. Los fariseos oyeron al pueblo que murmuraba de él estas cosas; y los príncipes de los sacerdotes y los fariseos enviaron servidores que le prendiesen.

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