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Juan 3:12-28 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

12. Si os he dicho cosas terrenas, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?

13. Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo.

14. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado;

15. para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna.

16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

17. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo, para que condene al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

18. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre del Unigénito Hijo de Dios.

19. Y esta es la condenación: porque la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz; porque sus obras eran malas.

20. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece a la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean redargüidas.

21. Mas el que obra verdad, viene a la luz, para que sus obras sean manifestadas que son hechas en Dios.

22. Pasado esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea; y estaba allí con ellos, y bautizaba.

23. Y bautizaba también Juan en Enón junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.

24. Porque Juan, no había sido aún puesto en la cárcel.

25. Y hubo cuestión entre los discípulos de Juan y los Judíos acerca de la purificación.

26. Y vinieron a Juan, y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza, y todos vienen a él.

27. Respondió Juan, y dijo: No puede el hombre recibir algo, si no le fuere dado del cielo.

28. Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.

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