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Juan 11:32-38 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

32. Mas María, como vino donde estaba Jesús, viéndole, se derribó a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, no hubiera muerto mi hermano.

33. Jesús entonces, como la vio llorando, y a los judíos que habían venido juntamente con ella llorando, se embraveció en Espíritu, se alborotó a sí mismo,

34. y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dicen: Señor, ven, y ve.

35. Y lloró Jesús.

36. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.

37. Y unos de ellos dijeron: ¿No podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera?

38. Y Jesús, por eso, embraveciéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro donde había una cueva, la cual tenía una piedra encima.

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