34. Y yo le vi, y he dado testimonio que éste es el Hijo de Dios.
35. El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
36. Y mirando a Jesús que andaba por allí , dijo: He aquí el Cordero de Dios.
37. Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús.
38. Y volviéndose Jesús, y viéndolos seguirle, les dice: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabí (que declarado quiere decir Maestro) ¿dónde moras?
39. Les dice: Venid y ved. Vinieron, y vieron dónde moraba, y permanecieron con él aquel día; porque era como la hora décima.