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2 Corintios 4:6-10 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

6. Porque el Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la claridad de Dios en la faz del Cristo Jesús.

7. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la alteza sea de la virtud de Dios, y no de nosotros.

8. En todo somos atribulados, mas no angustiados; dudamos (de nuestra vida) , mas no desesperamos;

9. padecemos persecución, mas no somos desamparados en ella ; somos abatidos, mas no perecemos;

10. llevando siempre por todas partes la mortificación del Señor Jesús en nuestro cuerpo, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestros cuerpos.

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