1. Hijo mío, si tomares mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti,
2. haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia;
3. si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz;
4. si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros;
5. entonces entenderás el temor del SEÑOR, y hallarás el conocimiento de Dios.