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Job 4:3-21 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

3. He aquí, tú enseñabas a muchos, y las manos flacas corroborabas.

4. Al que vacilaba, enderezaban tus palabras, y las rodillas de los que arrodillaban esforzabas.

5. Mas ahora que a ti te ha venido, te es molesto; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.

6. ¿Es éste tu temor, tu confianza, tu esperanza, y la perfección de tus caminos?

7. Acuérdate ahora, ¿quién haya sido inocente que se perdiese? Y ¿adónde los rectos han sido cortados?

8. Como yo he visto que los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan.

9. Perecen por el aliento de Dios, y por el espíritu de su furor son consumidos.

10. El bramido del león, y la voz del león, y los dientes de los leoncillos son arrancados.

11. El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son esparcidos.

12. El negocio también me era a mí oculto; mas mi oído ha percibido algo de ello.

13. En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño cae sobre los hombres,

14. me sobrevino un espanto y un temblor, que estremeció todos mis huesos.

15. Y un espíritu que pasó por delante de mí, hizo que se erizara el vello de mi carne.

16. Se paró un fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí, y quedo, oí que decía:

17. ¿Por ventura será el hombre más justo que Dios? ¿Será el varón más limpio que el que lo hizo?

18. He aquí que en sus siervos no confía, y en sus ángeles halló locura.

19. ¡Cuánto más en los que habitan en casas de lodo, cuyo fundamento está en el polvo, y que serán quebrantados de la polilla!

20. De la mañana a la tarde son quebrantados, y se pierden para siempre, sin haber quien lo considere.

21. ¿Su hermosura, no se pierde con ellos mismos? Mueren, y no lo saben.

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