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Génesis 41:8-26 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

8. Y acaeció que a la mañana su espíritu se atormentó; y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios: y les contó el Faraón sus sueños, mas no había quién los declarase al Faraón.

9. Entonces el príncipe de los maestresalas habló al Faraón, diciendo: De mis pecados me acuerdo hoy:

10. El Faraón se enojó contra sus siervos, y a mí me echó en la cárcel de la casa del capitán de los de la guardia, a mí y al príncipe de los panaderos.

11. Y yo y él soñamos sueño una misma noche: cada uno soñó conforme a la declaración de su sueño.

12. Y estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de los de la guardia; y se lo contamos, y él nos declaró nuestros sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño.

13. Y aconteció que como él nos declaró, así fue: a mí me hizo volver a mi asiento, e hizo colgar al otro.

14. Entonces el Faraón envió y llamó a José; y le hicieron salir corriendo de la cárcel, y le cortaron el pelo, y mudaron sus vestidos, y vino al Faraón.

15. Y dijo el Faraón a José: Yo he soñado un sueño, y no hay quién lo declare; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para declararlos.

16. Y respondió José al Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que responda paz al Faraón.

17. Entonces el Faraón dijo a José: En mi sueño, he aquí, que estaba a la orilla del río;

18. y que del río subían siete vacas gruesas de carne y hermosas de forma, que pacían en el prado.

19. Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en toda la tierra de Egipto en fealdad.

20. Y las vacas flacas y feas tragaban a las siete primeras vacas gruesas;

21. y entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubiesen entrado en ellas, porque su parecer era aún malo, como de primero. Y yo desperté.

22. Vi también soñando, y he aquí siete espigas subían en una misma caña llenas y hermosas;

23. y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del solano, subían después de ellas.

24. Y las espigas menudas tragaban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, mas no hay quién me lo declare.

25. Entonces respondió José al Faraón: El sueño del Faraón es uno mismo: Dios ha mostrado al Faraón lo que él hace.

26. Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo.

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