30. Y escupían en Él, y tomando la caña, le herían en la cabeza.
31. Y después que le hubieron escarnecido, le quitaron el manto, y poniéndole sus vestiduras, le llevaron para crucificarle.
32. Y saliendo, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a cargar su cruz.
33. Y cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que quiere decir, el lugar de la calavera,
34. le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y después de haberlo probado, no quiso beberlo.
35. Y después que le hubieron crucificado, repartieron sus vestiduras, echando suertes; para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Repartieron entre sí mis vestiduras, y sobre mi ropa echaron suertes.
36. Y sentados le guardaban allí.
37. Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ÉSTE ES JESÚS EL REY DE LOS JUDÍOS.
38. Entonces fueron crucificados con Él, dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.
39. Y los que pasaban le injuriaban, meneando sus cabezas,
40. y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo. Si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz.
41. De esta manera también los príncipes de los sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los ancianos, decían:
42. A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar. Si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en Él.
43. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere, porque ha dicho: Yo soy el Hijo de Dios.