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Mateo 27:29-40 Reina Valera Gómez (RVG)

29. Y tejiendo una corona de espinas, la pusieron sobre su cabeza; y una caña en su mano derecha, e hincada la rodilla delante de Él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!

30. Y escupían en Él, y tomando la caña, le herían en la cabeza.

31. Y después que le hubieron escarnecido, le quitaron el manto, y poniéndole sus vestiduras, le llevaron para crucificarle.

32. Y saliendo, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a cargar su cruz.

33. Y cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que quiere decir, el lugar de la calavera,

34. le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y después de haberlo probado, no quiso beberlo.

35. Y después que le hubieron crucificado, repartieron sus vestiduras, echando suertes; para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Repartieron entre sí mis vestiduras, y sobre mi ropa echaron suertes.

36. Y sentados le guardaban allí.

37. Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ÉSTE ES JESÚS EL REY DE LOS JUDÍOS.

38. Entonces fueron crucificados con Él, dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.

39. Y los que pasaban le injuriaban, meneando sus cabezas,

40. y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo. Si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz.

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