33. Y oyéndolo la multitud, se maravillaban de su doctrina.
34. Y cuando los fariseos oyeron que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una.
35. Entonces uno de ellos, que era intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo:
36. Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
37. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38. Éste es el primero y grande mandamiento.
39. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
40. De estos dos mandamientos pende toda la ley y los profetas.
41. Y juntándose los fariseos, Jesús les preguntó,
42. diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.
43. Él les dijo: ¿Cómo entonces David en el Espíritu le llama Señor, diciendo:
44. Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
45. Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo?
46. Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.