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Mateo 22:29-45 Reina Valera Gómez (RVG)

29. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, no conociendo las Escrituras, ni el poder de Dios.

30. Porque en la resurrección ni se casan, ni se dan en casamiento, sino que son como los ángeles de Dios en el cielo.

31. Pero en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo:

32. Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.

33. Y oyéndolo la multitud, se maravillaban de su doctrina.

34. Y cuando los fariseos oyeron que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una.

35. Entonces uno de ellos, que era intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo:

36. Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?

37. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

38. Éste es el primero y grande mandamiento.

39. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

40. De estos dos mandamientos pende toda la ley y los profetas.

41. Y juntándose los fariseos, Jesús les preguntó,

42. diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.

43. Él les dijo: ¿Cómo entonces David en el Espíritu le llama Señor, diciendo:

44. Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

45. Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo?

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