39. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
40. Así como la cizaña es recogida y quemada en el fuego; así será en el fin de este mundo.
41. El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todo lo que hace tropezar, y a los que hacen iniquidad;
42. Y los lanzarán al horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.