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Marcos 7:26-37 Reina Valera Gómez (RVG)

26. Y la mujer era griega, sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio.

27. Pero Jesús le dijo: Deja que primero se sacien los hijos, porque no está bien quitar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.

28. Y ella respondió y le dijo: Sí, Señor, pero aun los perrillos debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos.

29. Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija.

30. Y cuando ella llegó a su casa, halló que el demonio había salido, y a su hija acostada sobre la cama.

31. Y saliendo otra vez de la región de Tiro y de Sidón, vino al mar de Galilea, a través de las costas de Decápolis.

32. Y le trajeron a uno que era sordo y tartamudo, y le rogaron que pusiera su mano sobre él.

33. Y tomándole aparte de la multitud, metió sus dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua;

34. y alzando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata; que es: Sé abierto.

35. Y al instante sus oídos fueron abiertos, y fue suelta la atadura de su lengua, y hablaba bien.

36. Y les mandó que no lo dijesen a nadie; pero cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban.

37. Y se maravillaban en gran manera, diciendo: Todo lo ha hecho bien; hace a los sordos oír y a los mudos hablar.

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