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Marcos 5:22-34 Reina Valera Gómez (RVG)

22. Y he aquí, vino uno de los príncipes de la sinagoga llamado Jairo, y luego que le vio, se postró a sus pies,

23. y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está a punto de morir; ven y pon tus manos sobre ella para que sea sana, y vivirá.

24. Y Jesús fue con él, y mucha gente le seguía, y le apretaban.

25. Y una mujer que padecía flujo de sangre por ya doce años,

26. y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y no había mejorado, antes le iba peor,

27. cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud y tocó su manto.

28. Porque decía: Si tan sólo tocare su manto, seré sana.

29. Y al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba sana de aquel azote.

30. Y enseguida Jesús, sabiendo en sí mismo el poder que había salido de Él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mi manto?

31. Y le dijeron sus discípulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?

32. Pero Él miraba alrededor para ver a la que había hecho esto.

33. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de Él, y le dijo toda la verdad.

34. Y Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz, y queda sana de tu azote.

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