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Juan 7:18-33 Reina Valera Gómez (RVG)

18. El que habla de sí mismo, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, Éste es verdadero, y no hay injusticia en Él.

19. ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros guarda la ley? ¿Por qué procuráis matarme?

20. Respondió el pueblo, y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte?

21. Respondió Jesús y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.

22. Por eso Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en sábado circuncidáis al hombre.

23. Si recibe el hombre la circuncisión en sábado, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en sábado sané completamente a un hombre?

24. No juzguéis según la apariencia, mas juzgad justo juicio.

25. Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es Éste a quien buscan para matarle?

26. Mas he aquí, habla públicamente y no le dicen nada: ¿Habrán en verdad reconocido los príncipes que verdaderamente Éste es el Cristo?

27. Pero nosotros sabemos de dónde es Éste; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.

28. Entonces Jesús, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: Vosotros me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo; pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis.

29. Pero yo le conozco, porque de Él procedo, y Él me envió.

30. Entonces procuraban prenderle; pero ninguno puso mano sobre Él, porque aún no había llegado su hora.

31. Y muchos del pueblo creyeron en Él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más milagros que los que Éste ha hecho?

32. Los fariseos oyeron al pueblo que murmuraba de Él estas cosas; y los príncipes de los sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen.

33. Entonces Jesús les dijo: Aún un poco de tiempo estoy con vosotros, y luego voy al que me envió.

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