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Juan 4:28-40 Reina Valera Gómez (RVG)

28. Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:

29. Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿No será Éste el Cristo?

30. Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a Él.

31. Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.

32. Pero Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.

33. Entonces los discípulos se decían el uno al otro: ¿Le habrá traído alguien de comer?

34. Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

35. ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que venga la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.

36. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna; para que el que siembra como el que siega juntos se regocijen.

37. Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.

38. Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.

39. Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por la palabra de la mujer, que testificaba diciendo: Me ha dicho todo lo que he hecho.

40. Entonces, cuando los samaritanos vinieron a Él, le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.

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