12. ¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado?
13. Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed,
14. pero el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
15. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que yo no tenga sed, ni venga acá a sacarla.
16. Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
17. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
18. porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
19. La mujer le dijo: Señor, me parece que tú eres profeta.
20. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
21. Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
22. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
23. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; pues también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
24. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.
25. La mujer le dijo: Sé que el Mesías ha de venir, el que es llamado, el Cristo; cuando Él venga nos declarará todas las cosas.
26. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
27. Y en esto llegaron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con la mujer; pero ninguno dijo: ¿Qué preguntas? O: ¿Por qué hablas con ella?