Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 12:36-50 Reina Valera Gómez (RVG)

36. Entre tanto que tenéis luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.

37. Pero a pesar de que Él había hecho tantos milagros delante de ellos, no creían en Él;

38. para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?

39. Por esto no podían creer; porque en otra ocasión dijo Isaías:

40. Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; para que no vean con los ojos, ni entiendan con el corazón, y se conviertan, y yo los sane.

41. Estas cosas dijo Isaías cuando vio su gloria, y habló acerca de Él.

42. Con todo eso, aun muchos de los príncipes creyeron en Él; mas por causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga.

43. Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.

44. Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;

45. y el que me ve, ve al que me envió.

46. Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.

47. Y si alguno oye mis palabras, y no cree, yo no le juzgo; porque no vine para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo.

48. El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ésta le juzgará en el día final.

49. Porque yo no he hablado de mí mismo; sino que el Padre que me envió, Él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.

50. Y sé que su mandamiento es vida eterna; así que, lo que yo hablo, como el Padre me lo ha dicho, así hablo.

Leer capítulo completo Juan 12