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Juan 10:23-40 Reina Valera Gómez (RVG)

23. Y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.

24. Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.

25. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;

26. pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

27. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;

28. y yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

29. Mi Padre que me las dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

30. Yo y mi Padre uno somos.

31. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.

32. Les respondió Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál de esas obras me apedreáis?

33. Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios.

34. Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?

35. Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),

36. ¿a quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Yo soy el Hijo de Dios?

37. Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.

38. Pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed a las obras; para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en Él.

39. Y otra vez procuraron prenderle; pero Él se escapó de sus manos.

40. Y se fue otra vez al otro lado del Jordán, al lugar donde primero Juan bautizaba; y se quedó allí.

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