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Juan 10:22-33 Reina Valera Gómez (RVG)

22. Y en esos días se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación, y era invierno.

23. Y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.

24. Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.

25. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;

26. pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

27. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;

28. y yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

29. Mi Padre que me las dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

30. Yo y mi Padre uno somos.

31. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.

32. Les respondió Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál de esas obras me apedreáis?

33. Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios.

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