13. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
14. Y escribe al ángel de la iglesia de los LAODICENSES: Estas cosas dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios:
15. Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Quisiera que fueses frío o caliente!
16. Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
17. Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de nada; y no conoces que tú eres un desventurado, y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo.
18. Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para que te vistas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
19. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
20. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
21. Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como también yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
22. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.