Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Corintios 8:2-10 Reina Valera Gómez (RVG)

2. que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.

3. Porque de su voluntad han dado conforme a sus fuerzas, yo testifico, y aun más allá de sus fuerzas;

4. pidiéndonos con muchos ruegos que aceptásemos la ofrenda y la comunicación del servicio para los santos.

5. Y esto hicieron, no como lo esperábamos, sino que primero se dieron a sí mismos al Señor, y a nosotros por la voluntad de Dios.

6. De manera que exhortamos a Tito, que como comenzó, así también acabe esta gracia entre vosotros también.

7. Por tanto, como en todo abundáis, en fe, y en palabra, y en ciencia, y en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, mirad que también abundéis en esta gracia.

8. No hablo como quien manda, sino por causa de la diligencia de otros, y para probar la sinceridad de vuestro amor.

9. Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros, siendo rico se hizo pobre; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

10. Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado.

Leer capítulo completo 2 Corintios 8