Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Corintios 12:4-12 Reina Valera Gómez (RVG)

4. que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables, que al hombre no le es lícito expresar.

5. De tal hombre me gloriaré, mas de mí mismo no me gloriaré, sino en mis debilidades.

6. Por lo cual si quisiera gloriarme, no sería insensato; porque diría verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí.

7. Y para que no me enaltezca desmedidamente por la grandeza de las revelaciones, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.

8. Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí;

9. y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo.

10. Por lo cual me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy poderoso.

11. Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis; pues yo debía de ser alabado por vosotros; porque en nada soy menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.

12. Ciertamente las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, en señales, y en maravillas y prodigios.

Leer capítulo completo 2 Corintios 12