Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Timoteo 1:9-19 Reina Valera Gómez (RVG)

9. sabiendo esto, que la ley no es puesta para el justo, sino para los injustos y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los malos y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,

10. para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cualquier otra cosa que sea contraria a la sana doctrina;

11. según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.

12. Y doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor; porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio;

13. habiendo yo sido antes blasfemo, y perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.

14. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.

15. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos; que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

16. Mas por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero, toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en Él para vida eterna.

17. Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único sabio Dios, sea honor y gloria por siempre jamás. Amén

18. Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las pasadas profecías acerca de ti, milites por ellas la buena milicia;

19. reteniendo la fe y buena conciencia, la cual desechando algunos, naufragaron en cuanto a la fe.

Leer capítulo completo 1 Timoteo 1