Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Juan 4:8-21 Reina Valera Gómez (RVG)

8. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.

9. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él.

10. En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

11. Amados, si Dios así nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos a otros.

12. A Dios nadie le vio jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se perfecciona en nosotros.

13. En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.

14. Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo para ser el Salvador del mundo.

15. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.

16. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

17. En esto es perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como Él es, así somos nosotros en este mundo.

18. En el amor no hay temor; mas el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor conlleva castigo. Y el que teme no ha sido perfeccionado en el amor.

19. Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero.

20. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso; porque el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?

21. Y nosotros tenemos este mandamiento de Él: Que el que ama a Dios, ame también a su hermano.

Leer capítulo completo 1 Juan 4