3. Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
4. Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche.
5. Los haces pasar como avenida de aguas; son como un sueño; como la hierba que crece en la mañana.
6. En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca.
7. Porque con tu furor somos consumidos, y con tu ira somos turbados.
8. Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros pecados secretos a la luz de tu rostro.
9. Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un pensamiento.
10. Los días de nuestra edad son setenta años; y en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.
11. ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu indignación según que debes ser temido?
12. Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.
13. Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos.
14. De mañana sácianos de tu misericordia; y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
15. Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y los años que vimos el mal.
16. Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos.
17. Sea la hermosura de Jehová nuestro Dios sobre nosotros; y confirma sobre nosotros la obra de nuestras manos, sí, la obra de nuestras manos confirma.