10. Los días de nuestra edad son setenta años; y en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.
11. ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu indignación según que debes ser temido?
12. Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.
13. Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos.