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Salmos 68:8-21 Reina Valera Gómez (RVG)

8. La tierra tembló; también destilaron los cielos a la presencia de Dios; aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.

9. Abundante lluvia esparciste, oh Dios, a tu heredad; y cuando se cansó, tú la recreaste.

10. Los que son de tu grey han morado en ella: Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.

11. El Señor daba palabra: Grande era el ejército de aquellos que la publicaban.

12. Huyeron, huyeron reyes de ejércitos; y las que se quedaban en casa repartían el despojo.

13. Bien que fuisteis echados entre los tiestos, seréis como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas con amarillez de oro.

14. Cuando el Omnipotente esparció los reyes en ella, se emblanqueció como la nieve en Salmón.

15. Monte de Dios es el monte de Basán; monte alto el de Basán.

16. ¿Por qué os levantáis, oh montes altos? Éste es el monte que Dios deseó para su morada; ciertamente Jehová habitará en él para siempre.

17. Los carros de Dios son veinte mil, y más millares de ángeles. El Señor está entre ellos, como en el Sinaí, así en el santuario.

18. Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.

19. Bendito sea el Señor; cada día nos colma de bendiciones el Dios de nuestra salvación. (Selah)

20. El Dios nuestro es el Dios de la salvación; y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.

21. Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, la testa cabelluda del que camina en sus pecados.

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