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Salmos 64:1-8 Reina Valera Gómez (RVG)

1. «Al Músico principal: Salmo de David» Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo.

2. Escóndeme del consejo secreto de los malignos; de la conspiración de los obradores de iniquidad;

3. que afilan su lengua como espada, y estiran su arco para lanzar saetas, aun palabras amargas;

4. para asaetear a escondidas al íntegro; de repente tiran contra él, y no temen.

5. Obstinados en su inicuo designio, tratan de esconder los lazos, y dicen: ¿Quién los ha de ver?

6. Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta; y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como el corazón, es profundo.

7. Mas Dios los herirá con saeta; de repente serán heridos.

8. Y harán caer sobre sí sus mismas lenguas; se espantarán todos los que los vieren.

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