Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 44:18-26 Reina Valera Gómez (RVG)

18. No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni nuestros pasos se han apartado de tu camino;

19. aunque nos quebrantaste en el lugar de los dragones y nos cubriste con sombra de muerte.

20. Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios, o extendido nuestras manos a dios ajeno,

21. ¿No demandaría Dios esto? Porque Él conoce los secretos del corazón.

22. Pero por causa de ti nos matan cada día; somos contados como ovejas para el matadero.

23. Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no nos deseches para siempre.

24. ¿Por qué escondes tu rostro, y te olvidas de nuestra aflicción y de nuestra opresión?

25. Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra.

26. Levántate para ayudarnos, y redímenos por tu misericordia.

Leer capítulo completo Salmos 44