Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 38:7-14 Reina Valera Gómez (RVG)

7. Porque mis lomos están llenos de irritación, y nada hay sano en mi carne.

8. Estoy debilitado y molido en gran manera; he gemido a causa de la conmoción de mi corazón.

9. Señor, delante de ti están todos mis deseos; y mi suspiro no te es oculto.

10. Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor; y aun la misma luz de mis ojos se ha ido de mí.

11. Mis amigos y mis compañeros se quitaron de delante de mi plaga; y mis cercanos se pusieron lejos.

12. Los que buscaban mi alma tendieron lazos; y los que procuraban mi mal hablaban iniquidades, y meditaban fraudes todo el día.

13. Mas yo, como si fuera sordo no oía; y estaba como un mudo, que no abre su boca.

14. Fui, pues, como un hombre que no oye, y que en su boca no tiene reprensiones.

Leer capítulo completo Salmos 38