Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 38:1-9 Reina Valera Gómez (RVG)

1. «Salmo de David, para recordar» Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira.

2. Porque tus saetas cayeron sobre mí, y sobre mí ha descendido tu mano.

3. No hay nada sano en mi carne a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado.

4. Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí.

5. Hieden y se corrompen mis llagas, a causa de mi locura.

6. Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día.

7. Porque mis lomos están llenos de irritación, y nada hay sano en mi carne.

8. Estoy debilitado y molido en gran manera; he gemido a causa de la conmoción de mi corazón.

9. Señor, delante de ti están todos mis deseos; y mi suspiro no te es oculto.

Leer capítulo completo Salmos 38