Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 31:1-14 Reina Valera Gómez (RVG)

1. «Al Músico principal: Salmo de David» En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás: Líbrame en tu justicia.

2. Inclina a mí tu oído, líbrame presto; sé tú mi Roca fuerte, mi fortaleza para salvarme.

3. Porque tú eres mi Roca y mi castillo; y por amor a tu nombre me guiarás, y me encaminarás.

4. Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza.

5. En tu mano encomiendo mi espíritu: Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.

6. Aborrecí a los que esperan en vanidades ilusorias; mas yo en Jehová he esperado.

7. Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias:

8. Y no me encerraste en mano del enemigo; hiciste estar mis pies en lugar espacioso.

9. Ten misericordia de mí, oh Jehová, que estoy en angustia; de pesar se han consumido mis ojos, mi alma, y mis entrañas.

10. Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; se ha debilitado mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.

11. De todos mis enemigos he sido oprobio, más de mis vecinos, y horror a mis conocidos; los que me veían fuera, huían de mí.

12. He sido olvidado de su corazón como un muerto; he venido a ser como un vaso quebrado.

13. Porque he oído la calumnia de muchos; miedo por todas partes, cuando consultaban juntos contra mí, e ideaban quitarme la vida.

14. Mas yo en ti confié, oh Jehová; yo dije: Tú eres mi Dios.

Leer capítulo completo Salmos 31