Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 25:1-3 Reina Valera Gómez (RVG)

1. «Salmo de David» A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.

2. Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.

3. Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

Leer capítulo completo Salmos 25