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Salmos 25:1-13 Reina Valera Gómez (RVG)

1. «Salmo de David» A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.

2. Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.

3. Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

4. Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.

5. Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.

6. Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son eternas.

7. De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Jehová.

8. Bueno y recto es Jehová; por tanto, Él enseñará a los pecadores el camino.

9. Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.

10. Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.

11. Por amor de tu nombre, oh Jehová, perdonarás también mi pecado, que es grande.

12. ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.

13. Su alma reposará en bienestar, y su simiente heredará la tierra.

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