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Salmos 18:33-47 Reina Valera Gómez (RVG)

33. quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas;

34. Él adiestra mis manos para la batalla, y el arco de acero será quebrado por mis brazos.

35. Me diste asimismo el escudo de tu salvación, y tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha engrandecido.

36. Ensanchaste mis pasos debajo de mí, para que mis pies no resbalasen.

37. Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, y no volví hasta acabarlos.

38. Los herí, de modo que no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies.

39. Pues me ceñiste de fuerza para la pelea; has sometido bajo mis pies a los que se levantaron contra mí.

40. Y me has dado la cerviz de mis enemigos, para que yo destruya a los que me aborrecen.

41. Clamaron, y no hubo quien los salvase; aun a Jehová, pero Él no les respondió.

42. Y los molí como polvo delante del viento; los eché fuera como lodo de las calles.

43. Me libraste de las contiendas del pueblo; me pusiste por cabeza de gentes; pueblo que yo no conocía, me servirá.

44. Así que hubieren oído de mí, me obedecerán; los hijos de extraños se someterán a mí;

45. Los extraños se debilitarán, saldrán temblando de sus escondrijos.

46. Viva Jehová, y bendita sea mi Roca; y enaltecido sea el Dios de mi salvación:

47. Es Dios quién por mí cobra venganza, y sujeta pueblos debajo de mí.

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