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Salmos 139:7-19 Reina Valera Gómez (RVG)

7. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿O a dónde huiré de tu presencia?

8. Si subiere al cielo, allí estás tú; y si en el infierno hiciere mi lecho, he aquí allí tú estás.

9. Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo del mar,

10. aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.

11. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí.

12. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día: lo mismo te son las tinieblas que la luz.

13. Porque tú formaste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre.

14. Te alabaré, porque formidable y maravillosamente me formaste; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.

15. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en secreto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra.

16. Mi embrión vieron tus ojos, siendo aún imperfecto; y en tu libro estaban escritos todos mis miembros, que fueron luego formados, cuando aún no existía ni uno de ellos.

17. ¡Qué preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!

18. Si los contara, serían más numerosos que la arena; al despertar aún estoy contigo.

19. De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.

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