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Salmos 119:122-141 Reina Valera Gómez (RVG)

122. Responde por tu siervo para bien; no permitas que me opriman los soberbios.

123. Mis ojos desfallecieron por tu salvación, y por el dicho de tu justicia.

124. Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.

125. Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.

126. Tiempo es de actuar, oh Jehová; porque han invalidado tu ley.

127. Por tanto, amo tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.

128. Por tanto, estimo rectos todos tus preceptos acerca de todas las cosas, y aborrezco todo camino de mentira.

129. PE. Maravillosos son tus testimonios; por tanto, los ha guardado mi alma.

130. El principio de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.

131. Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.

132. Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.

133. Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

134. Líbrame de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.

135. Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.

136. Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.

137. TZADI. Justo eres tú, oh Jehová, y rectos tus juicios.

138. Tus testimonios, que has encomendado, son rectos y muy fieles.

139. Mi celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

140. Sumamente pura es tu palabra; y la ama tu siervo.

141. Pequeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus mandamientos.

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