112. Mi corazón incliné a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin.
113. SAMEC. Los pensamientos vanos aborrezco; mas amo tu ley.
114. Mi escondedero y mi escudo eres tú; en tu palabra he esperado.
115. Apartaos de mí, malignos; pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
116. Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no dejes que me avergüence de mi esperanza.
117. Sostenme, y seré salvo; y me deleitaré siempre en tus estatutos.
118. Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos; porque mentira es su engaño.
119. Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios.
120. Mi carne se ha estremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo.
121. AIN. Juicio y justicia he hecho; no me abandones a mis opresores.
122. Responde por tu siervo para bien; no permitas que me opriman los soberbios.
123. Mis ojos desfallecieron por tu salvación, y por el dicho de tu justicia.
124. Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.
125. Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.
126. Tiempo es de actuar, oh Jehová; porque han invalidado tu ley.
127. Por tanto, amo tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.