33. Porque hicieron que el espíritu de Moisés se rebelase, haciéndole hablar precipitadamente con sus labios.
34. No destruyeron a los pueblos que Jehová les dijo;
35. Antes se mezclaron con las naciones, y aprendieron sus obras.
36. Y sirvieron a sus ídolos; los cuales les fueron por lazo.
37. Y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios;
38. y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; y la tierra fue contaminada con sangre.