Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 102:1-10 Reina Valera Gómez (RVG)

1. «Oración del afligido, cuando está angustiado, y delante de Jehová derrama su lamento» Oh Jehová, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor.

2. No escondas de mí tu rostro; en el día de mi angustia inclina a mí tu oído; en el día que te invocare, apresúrate a responderme.

3. Porque mis días se han consumido como humo; y mis huesos cual tizón están quemados.

4. Mi corazón está herido, y secó como la hierba; por lo cual me olvido de comer mi pan.

5. Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne.

6. Soy semejante al pelícano del desierto; soy como el búho de las soledades.

7. Velo, y soy como el pájaro solitario sobre el tejado.

8. Cada día me afrentan mis enemigos; los que contra mí se enfurecen se han conjurado contra mí.

9. Por lo cual he comido ceniza a manera de pan, y mi bebida mezclo con lágrimas,

10. a causa de tu enojo y de tu ira; pues me alzaste, y me has arrojado.

Leer capítulo completo Salmos 102