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Proverbios 7:1-20 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Hijo mío, guarda mis razones, y atesora contigo mis mandamientos.

2. Guarda mis mandamientos, y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos.

3. Lígalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón.

4. Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y a la inteligencia llama parienta;

5. para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras.

6. Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía,

7. vi entre los simples, consideré entre los jóvenes, a un joven falto de entendimiento,

8. el cual pasaba por la calle, junto a la esquina de aquella, e iba camino de su casa,

9. Al atardecer, ya que anochecía, en la oscuridad y tinieblas de la noche.

10. Y he aquí, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astuta de corazón,

11. alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa;

12. unas veces está afuera, otras veces en las plazas, acechando por todas las esquinas.

13. Y trabó de él, y lo besó; y con descaro le dijo:

14. Sacrificios de paz había prometido; hoy he pagado mis votos;

15. por tanto, he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.

16. Con adornos he ataviado mi cama, recamados con cordoncillo de Egipto.

17. He perfumado mi cámara con mirra, áloes y canela.

18. Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores.

19. Porque mi marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje;

20. la bolsa de dinero llevó en su mano; el día señalado volverá a su casa.

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