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Proverbios 6:20-35 Reina Valera Gómez (RVG)

20. Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ley de tu madre:

21. Átalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello.

22. Te guiarán cuando anduvieres; cuando durmieres, te guardarán; hablarán contigo cuando despertares.

23. Porque el mandamiento es antorcha, y la enseñanza es luz; y camino de vida las reprensiones de la instrucción;

24. para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la mujer extraña.

25. No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos;

26. porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; y la mujer adúltera caza la preciosa alma del varón.

27. ¿Tomará el hombre fuego en su seno, sin que su vestidura se queme?

28. ¿Andará el hombre sobre brasas, sin que se quemen sus pies?

29. Así el que entrare a la esposa de su prójimo; no será sin culpa cualquiera que la tocare.

30. No tienen en poco al ladrón, aunque hurte para saciar su alma cuando tiene hambre;

31. pero si es sorprendido, pagará siete tantos, y dará toda la sustancia de su casa.

32. Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de entendimiento; corrompe su alma el que tal hace.

33. Plaga y vergüenza hallará; y su afrenta nunca será borrada.

34. Porque los celos son el furor del hombre, y no perdonará en el día de la venganza.

35. No aceptará ninguna restitución; ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.

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