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Proverbios 5:1-8 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído;

2. para que guardes consejo, y tus labios conserven el conocimiento.

3. Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más suave que el aceite;

4. pero su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos.

5. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos conducen al infierno.

6. Sus caminos son inestables; no los conocerás, si no considerares el camino de vida.

7. Ahora pues, hijos, oídme, y no os apartéis de las razones de mi boca.

8. Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa;

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