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Proverbios 5:1-11 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído;

2. para que guardes consejo, y tus labios conserven el conocimiento.

3. Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más suave que el aceite;

4. pero su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos.

5. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos conducen al infierno.

6. Sus caminos son inestables; no los conocerás, si no considerares el camino de vida.

7. Ahora pues, hijos, oídme, y no os apartéis de las razones de mi boca.

8. Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa;

9. para que no des a los extraños tu honor, y tus años al cruel;

10. para que los extraños no se sacien de tu fuerza, y tus trabajos estén en casa del extraño;

11. y gimas en tus postrimerías, cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo,

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