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Proverbios 28:1-16 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Huye el impío sin que nadie lo persiga: Mas el justo está confiado como un león.

2. Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos: Mas por el hombre entendido y sabio permanecerá estable.

3. El hombre pobre que oprime al pobre, es como lluvia torrencial que no deja pan.

4. Los que abandonan la ley, alaban a los impíos; mas los que la guardan, contenderán con ellos.

5. Los hombres malos no entienden el juicio; mas los que buscan a Jehová, entienden todas las cosas.

6. Mejor es el pobre que camina en su integridad, que el de perversos caminos, y rico.

7. El que guarda la ley es hijo prudente; mas el que es compañero de glotones, avergüenza a su padre.

8. El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, para el que se compadece de los pobres las aumenta.

9. El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable.

10. El que hace errar a los rectos por el mal camino, él caerá en su misma fosa; mas los íntegros heredarán el bien.

11. El hombre rico es sabio en su propia opinión; mas el pobre entendido lo examinará.

12. Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; mas cuando los impíos se levantan, los hombres se esconden.

13. El que encubre sus pecados, no prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

14. Bienaventurado el hombre que siempre teme; mas el que endurece su corazón, caerá en mal.

15. León rugiente y oso hambriento, es el príncipe impío sobre el pueblo pobre.

16. El príncipe falto de entendimiento multiplicará los agravios; mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días.

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