11. Si dejares de librar a los que son llevados a la muerte, y a los que son llevados al matadero.
12. Si dijeres: Ciertamente no lo supimos; ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones, el que mira por tu alma? ¿No dará Él a cada hombre según sus obras?
13. Come, hijo mío, de la miel, porque es buena, y del panal que es dulce a tu paladar:
14. Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; si la hallares tendrá recompensa, y al fin tu esperanza no será cortada.
15. Oh impío, no aceches la tienda del justo, no saquees su cámara;
16. porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal.
17. Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
18. no sea que Jehová lo mire, y le desagrade, y aparte de sobre él su enojo.
19. No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los impíos;
20. porque para el malo no habrá buen fin, y la lámpara de los impíos será apagada.
21. Teme a Jehová, hijo mío, y al rey; no te entremetas con los que son inestables;
22. porque su calamidad surgirá de repente; y la ruina de ambos, ¿quién la sabrá?