Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Job 6:8-18 Reina Valera Gómez (RVG)

8. ¡Quién me diera que viniese mi petición, y que me otorgase Dios lo que anhelo;

9. y que agradara a Dios destruirme; que desatara su mano, y acabara conmigo!

10. Y sería aún mi consuelo, si me asaltase con dolor sin dar más tregua, que yo no he escondido las palabras del Santo.

11. ¿Cuál es mi fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para prolongar mi vida?

12. ¿Es mi fuerza la de las piedras, o es mi carne de bronce?

13. ¿No me ayudo a mí mismo, y el poder me falta del todo?

14. El atribulado ha de ser consolado por su compañero; mas se ha abandonado el temor del Omnipotente.

15. Mis hermanos han sido traicioneros cual arroyo; pasan como corrientes impetuosas,

16. que están escondidas por la helada, y encubiertas con nieve;

17. que al tiempo del calor son deshechas, y al calentarse, desaparecen de su lugar;

18. se apartan de la senda de su rumbo, van menguando y se pierden.

Leer capítulo completo Job 6