10. Por cuanto no cerró las puertas del vientre de mi madre, ni escondió de mis ojos la miseria.
11. ¿Por qué no morí yo en la matriz, o entregué el espíritu al salir del vientre?
12. ¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Y para qué los pechos para que mamase?
13. Pues ahora yacería yo, y reposaría; dormiría, y entonces tendría reposo,
14. con los reyes y con los consejeros de la tierra, que edifican para sí lugares desolados;
15. o con los príncipes que poseían el oro, que llenaban sus casas de plata.